miércoles, 5 de noviembre de 2008

Me perdí Harlem

Me daba vergüenza publicar esta entrada, porque hay quien me ha pedido que escribiera algo sobre las elecciones y yo, como otras veces, el martes estaba demasiado cansada como para enterarme bien de lo que pasaba. Y me perdí Harlem, que fue una fiesta enorme.

Aquí mi crónica, que os hará comprender lo poco que tengo qué decir de esto. Y un par de fotos que hizo mi amigo Xavi, para que veais lo que yo vi.



Anoche cené en casa de Roberto porque era su cumpleaños y, además, la "election party". Pero tenía un montón de deberes y también un montón de sueño, así que me fui a casa. Cuando me bajé del metro, Obama ya había ganado y la gente se abrazaba por la calle. En la oficina de voluntarios de Obama que hay un poco más arriba, en Broadway con la 106, se había acumulado tanta gente que estaban cortando el tráfico.
Me metí por enmedio sólo para sentirme parte de América y para que se me pegara la alegría. La gente sonreía, gritaba y hacía fotos de la otra gente.



A mí me recordaba mucho al día que España ganó el mundial de fútbol. Es emocionante ver vibrar una ciudad al mismo tiempo, y aunque esto ha sido mucho más relevante, la autenticidad con la que se vivía era muy parecida. En las ciudades grandes andamos rápido. No nos miramos, no nos tocamos y no nos hablamos. Lo que más me gustó de esa noche fue que se suspendieron las reglas.

2 comentarios:

THOR dijo...

Te veo un poco esceptica, sospecho que a ti tampoco se estusiasmo que España ganara el mundial...en fin, en todo caso has vivido algo único, nol?.

Let's Be Metal!!! dijo...

Preciosa crónica, Carmen. Ojalá se suspendieran esas reglas más a menudo.