martes, 30 de septiembre de 2008

How do I get to the supermarket?


Me han prestado una cámara de fotos pero aún no la he usado apenas. Tengo que hacer una foto de la puerta del edificio en el que vivo. El edificio Adlon, al oeste de la calle 112.

Una de las cosas que más odiaba en las clases de inglés del cole era lo de dar direcciones. Turn left, pass by the church and then turn right. Para dar una dirección en NY tienes que decir no sólo el número y el nombre de la calle. Es imprescindible decir en qué manzana vives. Yo vivo en la calle 112, entre Broadway y Amsterdam. Broadway, la única calle que cruza Manhattan en diagonal, está trazada conforme a un antiguo camino que trazaron los nativos americanos. La calle Amsterdam es una línea muy recta y si te pones enmedio y miras hacia el sur, no puedes ver el final, sólo dos líneas de edificios altísimos. En Amsterdam, a la altura de mi calle, están construyendo una catedral gótica. En este país gótico no significa medieval.



Lo que quería contar es lo de las cervezas después de clase en la puerta de mi edificio. El tercer día en NY ya echaba de menos el bar. Las cañas sin número y sin prisa y de pie. Llegué a casa y me encontré a dos chicas de clase, sentadas en la puerta bebiendo cerveza. Hoy, como cada martes, hemos salido de clase a las 10 de la noche. Hemos comprado botellines y patatas en el West Market, un supermercado tan bonito como el Gourmet de El Corte Inglés y que está abierto 24 horas. Y nos hemos sentado en la puerta con nuestras cervezas, desafiando la ley que prohibe beber alcohol en la calle sin tapar el recipiente.

Ayer, como vinieron Isa y Santi, rompí la costumbre y fuimos a un bar. El único que nos gusta en la zona. Al fondo, un grupo de 7 músicos tocaba Bluegrass. Sólo para nosotros.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Breaking the ice


En clase me obligan a hacer cosas que no he hecho nunca y que me dan miedo, y las tengo que hacer rápido. Ya he escrito tres argumentos de película, un guión de tres páginas, he rodado un corto, he actuado delante de los de clase haciendo de Natalie Portman en una escena de Closer... Todas esas cosas que me veo haciendo y pienso ¿esta soy yo? Nos piden que lo hagamos y no paran de repetir que no es más que un "ice breaker". Para perder el miedo.

Llevaba mucho tiempo queriendo romper el hielo de este blog, pero no me atrevía. Pensé en haberlo puesto bonito, en abrir con alguna reflexión muy profunda sobre la vida en América o en NYC, o sobre Obama, o sobre cuando era pequeña y bla bla bla...

Pero hoy me he levantado y llovía. Anoche fue la primera vez que dormí con edredón. Y he pensado que cuanto más leve sea la primera entrada de este blog, más fácil empezar a escribirlo. Hoy ha sido también la primera vez que he soñado y lo he recordado al despertarme. La primera vez desde que me fui el 10 de agosto. He soñado que iba con mi madre en un coche por Sevilla y nadie me creía cuando decía "Qué bonita es Sevilla". Que no me creían porque me fui hace mucho tiempo y porque no paro de irme, cada vez más lejos.

Al principio no, pero ahora echo de menos todo. No quiero hacer una lista para que no se me olvide. Todo es todo. Porque aquí todavía no tengo casi nada.

Hay un montón de cosas tontas que quiero ir contando, pero se me pasan los días volando, y las semanas igual. Que en el campus hay un montón de ardillas, que los jueves y los domingos ponen un mercadillo de productos orgánicos al lado de casa, que en el supermercado te prestan un abrigo para que entres a la habitación donde está la carne, que el otro día vinieron Obama y McCain, Shakira y Alejandro Sanz, que la primera vez que fui a la biblioteca me sentí como en El Silencio de los Corderos, que una de las cosas que más me gustó fue volver de Ikea en ferry de noche... Poco a poco.